domingo, 29 de noviembre de 2009

La interpretación de los sueños


Otro gran acierto de este seminario ha sido, sin lugar a dudas, el tema tan fascinante e intrigante como es La interpretación de los sueños que, considero, nos ha conmovido a todos.
Desde siempre me ha gustado investigar y comentar este tipo de cosas y el hecho de haber tenido la oportunidad en este Seminario de poder adentrarme más en el tema, me ha llamado aún más la atención y aumentado mi interés por él.
Hay que decir que hemos tenido a una ponente increíble, Roser, que ha sabido transmitirnos de la mejor manera posible algunos de los conocimientos sobre este tema y ha podido respondernos a cuestiones que le hemos planteado.
Personalmente, me he atrevido a preguntarle una serie de dudas que me preocupaban y, pese a no estar relacionadas con el tema, ella me las ha contestado sin ningún tipo de problema.
Por tanto, sólo puedo decir, que me encantaría que se impartiese alguna asignatura relacionada con la interpretación de sueños, así como también cursos de formación y conocimiento de los mismos. Creo que sería una propuesta magnífica, tanto para aquellas personas que desconozcan el tema y con esta oportunidad puedan empezar a informarse y familiarizarse, como para aquéllas que decidan continuar con su investigación.


Algunos de los momentos más mágicos













El momento del baile ha sido, sin duda, uno de los momentos más sorprendentes y espectaculares del Seminario. Éste consta de cuatro partes.
La primera parte del baile llevaba por nombre: El baile universal. El en-cantamiento. Empezamos bailando por parejas y fuimos rotando según iba indicando la persona encargada de dicha actividad y como se puede ver en la imagen, Gabriela.
La música era maravillosa porque te envolvía hacia un mundo fantástico lleno de magia e ilusión donde cualquier deseo se podía hacer realidad, pues era la noche mágica, la noche del baile.
Seguidamente y en lo que respecta a la segunda parte: Baile en la oscuridad: nuestro par, nos tuvimos que tapar los ojos con unas vendas, lo cual aún hacia la actividad más interesante y misteriosa, y nos dieron un zapato que coincidía con otro que tenía una de las personas que se encontraba en la sala. Entonces, con los ojos cerrados nos llevaron a cada uno con la persona que poseía el mismo zapato. Lo curioso era que había que bailar con esa persona con la que te habían colocado sin poder verla.
En la tercera parte del baile: El baile del encuentro: el rostro del amor, nos quitamos la venda y yo, personalmente, me sentí más aliviada y más segura. Pude bailar de una forma más cómoda con la persona con la que me había tocado, sintiendo en todo momento el ritmo de la música.
Esta actividad consistía, por tanto, en desarrollar los demás sentidos, sin utilizar el de la vista. También, desde mi punto de vista, es un buen ejercicio que ayuda a confiar más en uno mismo y en los demás y a no dejarse intimidar.
Como actividad final y que se corresponde con la cuarta parte: Baile liberador, nos movimos de una forma más dinámica y compulsiva, como si estuviéramos liberando y dejando fluir toda nuestra energía. Fue un momento muy inesperado y sorprendente en el que me sentí relajada y a gusto.

DESAYUNOS Y MERIENDAS CENIS





Otro de los momentos fascinantes y que me gustó mucho fue el de compartir desayunos y meriendas con los demás cenicientos y cenicientas. Cada uno llevaba su propia comida, ofreciéndosela a los demás, de forma que todos probábamos la comida de todos.
Me ha parecido un detalle muy bonito porque supone hacer algo distinto, diferente del que se suele ver en los demás seminarios. Además, esto nos ayuda a abrirnos y a interactuar más con los otros. Fue, por tanto, un gran acierto.




































































































sábado, 28 de noviembre de 2009

Fotos con mis amigas cenis y fotos de trabajos realizados por los demás cenis






































Mi zapato de Cenicienta



En esta imagen aparece el zapato diseñado y personalizado por mi misma.
Cuando nos dijeron que había que traer para el Seminario un zapato desechable, me pareció una idea muy original e interesante porque no sabía que pasaría con el zapato después. Una vez que lo supe, mi emoción e ilusión se multiplicaron, ya que no me imaginaba el esperado suceso.
Me ha parecido mejor llevar un zapato diseñado por mi porque creo que el hacer uno propio confeccionado por cada uno requiere más esfuerzo, dedicación, motivación y sentimiento que uno normal que se pueda encontrar por casa.
El mio, por tanto, lo he decorado con mi nombre, dibujitos de corazones y espirales, un lazito de color dorado y para sujetarlo uno rojo que hace contraste con el tono rosado del zapato.

Mi vestido de Cenicienta


Esta soy yo disfrazada de Cenicienta.
He elegido la Cenicienta pobre porque a diferencia de la rica creo que resalta más el rasgo característico del personaje. Asimismo, considero que este matiz de pobre se asemeja más a algunas de las mujeres de hoy en día, ya que, al igual que Cenicienta, se dedican fundamentalmente a la limpieza y mantenimiento del hogar, siendo consideradas como esclavas de su propia casa.
La Cenicienta es un personaje que, desde mi punto de vista, transmite humildad, ternura, tolerancia y ganas de luchar.
Mi disfraz de Cenicienta consiste en un vestido largo rojo, que aunque no sea un color muy propio de la Cenicienta, me pareció que podía darle un toque de color y alegría al personaje; una camiseta igualmente roja; un pañuelo en la cabeza y un mandil, prenda más identificativa de la Cenicienta.